Fui abusada y no lo entendí hasta ser adulta.
Ya sé, el título puede ser raro, pero déjenme explicar.
Cuando era niña nunca fui una chica muy “popular” entre los hombres. Al menos, no de forma romántica. En realidad, me llevaba tan bien con ellos que era más como una hermanita que una potencial pareja. Y en realidad jamás me importó porque yo tampoco tenía interés; vamos, lo normal, ¿no? . Pero… eso cambió drásticamente cuando tenía 14. De repente, los hombres comenzaron a fijarse en mí, y a intentar estar conmigo. Sexualmente. Curiosamente, casi nunca eran de mi edad, solían tener como mínimo 19. Siendo yo ingenua y… inocente, a falta de un mejor término, yo nunca consideré que esta clase de acercamiento fuera “incorrecto”. Ni siquiera conocía la palabra pedofilo. Hasta que esos “eres tan linda”, “eres muy madura” se convirtieron en actos sexuales propiamente dichos. Yo era virgen -por supuesto-, así que esa clase de cosas me asustaban. Y se sentía asqueroso y doloroso. Pero nunca dije nada porque, en mi mente, era mucho mejor ser deseada y tocada que rechazarlos y que me odiaran, aunque en realidad ni siquiera se sintiera ni remotamente bien físicamente, mucho menos emocionalmente. Me sentía asquerosa, y culpable porque, a pesar de querer decir “no” y salir corriendo, sencillamente me dejaba hacer. Esto continuó hasta mis 18 años cuando, en mi primer trabajo, mi gerente me tomó como objeto de deseo y me llevó a la cama. Nuevamente, su servidora no pudo decir que no. Pero, la diferencia fue que este hombre estaba casado. Y tenía un hijo de 4 años. Fue un punto de quiebre; simplemente no pude soportar la idea de haberme metido en un matrimonio, de… en fin, eso. Asi que sencillamente me alejé de cualquier contacto que no fuera puramente amistoso.
Es un problema. Porque, actualmente, me doy cuenta que nada de eso fue normal. Que un hombre de 22 años no tenía por qué estar teniendo relaciones con una niña de 15… ni siquiera sé si en realidad tengo derecho a sentirme culpable. Y ahora, que quiero establecer una relación normal y saludable, incluyendo el aspecto sexual… simplemente no puedo. Entro en pánico y pongo excusas, me cierro, y termino por huir. No soporto la idea de que vuelvan a tocarme.
¿Estoy mal? Tal vez ni siquiera fue abuso y sencillamente yo no… no sé, no servía para eso. Estoy exagerando. No lo sé, algo.