Colombia tiene el privilegio de pasar sus embarcaciones por el canal de Panamá sin pagar peajes

Vuelvo a intentar a hacer esta publicación, esta vez con el tag de Discusión *General/Misc*, pues anteriormente la hice con el tag de *Política/Economí*a, sin fijarme que las publicaciones con aquel tag no pueden tener contenido más que un enlace y por eso fue eliminada. Con gusto seguria la regla, pero es que no tengo noticias que adjuntar, solo cultura general sobre nuestro país. Espero que esta vez la publicación no sea eliminada por tag incorrecto o algo por el estilo. Ahora, si me lo permiten, la información:

Aprovechando los hechos recientes de Estados Unidos exigiendo e incluso afirmando falsamente poder pasar sus embarcaciones militares por el canal de Panamá sin pagar peajes o impuestos, quisiera darles el dato, al parecer desconocido por muchos, de que Colombia sí tiene este privilegio.

Y es que esa fue una de las «compensaciones» otorgadas a Colombia por la separación de Panamá en el Tratado Urrutia-Thomson (véase el Artículo II)

Este tratado entró en vigor en 1922 y estuvo vigente hasta 1977, cuando se firmaron los Tratados Torrijos-Carter, en el que se estableció la entrega de la soberanía del Canal a Panamá.
Aún después de la firma de estos tratados, Colombia mantuvo sus derechos sobre el canal, pues el primero de los Tratados Torrijos-Carter, titulado oficialmente Tratado Concerniente a la Neutralidad Permanente y Funcionamiento del Canal de Panamá, dejó consignado en el artículo VI sección 2 lo siguiente:

Mientras los Estados Unidos de América tengan la responsabilidad por el funcionamiento del Canal, podrán continuar otorgando a la República de Colombia, libre de peajes, el tránsito por el Canal de sus tropas, naves y materiales de guerra. Posteriormente la República de Panamá podrá otorgar a las Repúblicas de Colombia y Costa Rica el derecho de tránsito libre de peajes

Es decir que desde 1999 quedaba a discreción soberana de Panamá si se otorgaban estos derechos a Colombia o no. Lo más probable es que la vigencia de estos derechos hubiese acabado junto a la entrega del Canal, (pues muchos panameños consideraban el Tratado Urrutia-Thomson un tratado de terceros, y, por consiguiente, no vinculante para ellos) pero esto no fue así. El presidente colombiano Alfonso López Michelsen, más astuto, manifestó que concertado un nuevo tratado entre Panamá y Estados Unidos, él «renunciaría a todo derecho respecto a materias que son propias de exclusiva jurisdicción soberana de la República de Panamá». Pero, presten atención, «renunciaba» a los derechos derivados del Thomson-Urrutia, sí, pero para recibirlos de nuevo, solo que esta vez directamente a manos de Panamá.

Se firma entonces en 1979 el Tratado Uribe Vargas-Ozores, también conocido como Tratado de Montería, entre Colombia y Panamá, ratificado en 1981 y que mantiene intactos los derechos de Colombia sobre el canal de Panamá. Dicho tratado establece en su Artículo I:

A partir del medio día, hora de Panamá, del 31 de Diciembre de 1999, la República de Panamá otorgará a la República de Colombia los siguientes beneficios: 

  1. El tránsito por el Canal de Panamá de los productos naturales e industriales de Colombia, así como de sus correos, libre de todo gravamen o derecho, salvo aquellos que en términos de igualdad se apliquen o pudieran aplicarse a los productos y correos de la República de Panamá. 

  2. Los nacionales Colombianos que transiten por la ruta interoceánica panameña, lo harán libres de la imposición de peajes, impuestos o contribuciones que no sean aplicables a los nacionales panameños, siempre que presenten prueba fehaciente de su nacionalidad. 

  3. El Gobierno de la República de Colombia podrá en todo tiempo transportar por el Canal de Panamá sus tropas, sus naves y materiales de guerra, sin pagar peaje alguno. 

Los panameños más nacionalistas critican este tratado y abogan por su abolición, afirmando que en realidad la parte panameña fue presionada a firmar y que no ganan nada de él.
Aunque la realidad es que, el tratado no establece fecha de vencimiento, por lo que a menos que se firme un nuevo tratado entre las dos partes, el tratado se mantendrá vigente por siempre, razón por la que Panamá nunca se ha planteado abolirlo unilateralmente